Hace unos días dábamos la receta de las pakoras y decíamos que no era mala idea acompañarlas con un chutney. Para quien no lo sepa, un chutney es una salsa agridulce de origen indio, ahora muy popular en el mundo anglosajón. Se puede hacer chutney de muchísimas cosas. Aquí os dejamos un ejemplo de chutney de kiwi, aprovechando que el kiwi aquí en Asturias se da muy bien y estamos en temporada.
Cantidades para un tarro de unos 300gr (también puedes hacer más y aprovechar para embotarlo y tener reservas para una buena temporada; el chutney, al llevar azúcar y vinagre, se conserva muy bien):
6 kiwis troceados
una cebolla mediana picadita
una cucharada de aceite de oliva virgen
una cucharada de ajo picado
una cucharada de jengibre picado
1/2 cucharada de cilantro molido
1/2 cucharada de cardamomo
1/2 taza de vinagre
1/2 taza de azúcar (mejor azúcar de caña)
En una cazuela sofreímos la cebolla, el ajo y el jengibre y añadimos las especias, rehogando bien para que saquen todo su aroma. Agregamos el vinagre y el azúcar, damos un hervor y añadimos los kiwis. Lo dejamos hacer unos 45 minutos hasta que tenga una consistencia como de mermelada. Si revuelves hazlo con una cuchara de madera o silicona y ten cuidado de no tocar nunca el fondo de la cazuela porque el mejunje salta y te puedes hacer una quemadura seria.
Si vas a hacer conservas, viértelo caliente en tarros esterelizados. Si no, déjalo enfriar y a la nevera! Sirve para acompañar millones de platos o canapés, nosotrxs lo presentamos aquí acompañando un queso fresco a las finas hierbas (también casero) sobre pan de trigo y sésamo de la panadería Madre Tierra. ¡A disfrutar!
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domingo, 24 de marzo de 2013
sábado, 26 de enero de 2013
Combatiendo el frío
Dice la wikipedia que al jengibre se le atribuyen propiedades afrodisiacas, analgésicas, antihistamínicas, antisépticas, antitusivas, aperitivas, aromáticas, astringentes, carminativas, diaforéticas, digestivas, estimulantes, espasmolíticas, estomáqiocas, expectorantes, rubefacientes, sudoríficas y tónicas. Ahí es ná.
Las propiedades del jengibre se asemejan a las del ajo, más tradicional en nuestras tierras, pero con la ventaja de que se puede consumir mezclado con algo dulce. Viene muy bien si estás resfriad@ junto con limón y miel. Si te gusta el peculiar sabor de esta raíz anímate a probarla en infusión. Es muy fácil de hacer:
Necesitarás dos cucharadas soperas de jengibre preferiblemente fresco rallado o cortado en trocitos pequeños para un litro de agua, el jugo de un limón y miel, preferiblemente ecológica, claro. Nosotr@s usamos la de brezo de Las Brañas de Muxagre. Se deja cocer el jengibre unos diez minutos y luego se le añade el jugo del limón y miel al gusto.
Nosotr@s hacemos una cazuela entera para que nos dure un par de días. Esto y unas sopas de ajo para las cenas son nuestras vacunas antigripe favoritas.
Las propiedades del jengibre se asemejan a las del ajo, más tradicional en nuestras tierras, pero con la ventaja de que se puede consumir mezclado con algo dulce. Viene muy bien si estás resfriad@ junto con limón y miel. Si te gusta el peculiar sabor de esta raíz anímate a probarla en infusión. Es muy fácil de hacer:
Necesitarás dos cucharadas soperas de jengibre preferiblemente fresco rallado o cortado en trocitos pequeños para un litro de agua, el jugo de un limón y miel, preferiblemente ecológica, claro. Nosotr@s usamos la de brezo de Las Brañas de Muxagre. Se deja cocer el jengibre unos diez minutos y luego se le añade el jugo del limón y miel al gusto.
Nosotr@s hacemos una cazuela entera para que nos dure un par de días. Esto y unas sopas de ajo para las cenas son nuestras vacunas antigripe favoritas.
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