Así hemos vuelto de Valeri, un pequeño pueblo de Villaviciosa, después de una semana cocinando para 30 jóvenes provenientes de esos países que no estudiamos en la E.G.B., a saber: Moldavia, Ucrania, Azerbayán, etc.
Nos dejan un buen sabor de boca con estas críticas que, sonará a topicazo, pero que la gente disfrute la comida es lo que más nos anima a seguir. Nos gusta especialmente la que dice que no sabía que la comida sin carne podía ser tan sabrosa, ja, ja, ja. Un millón de gracias.
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